Un momento en que el tiempo
se detiene, y un reflejo
me muestra esta triste suerte
que en tus ojos se extiende.
Que se ahoga entre las lágrimas
que abordan las últimas páginas
de esta historia de muerte.
Y aunque no me arrepiento
de cada palabra
que ahogué en mi almohada
y de cada aliento
que se ha perdido en el tiempo
al tratar de llamarte,
Contra mi orgullo enfrentarme
y perder este intento.
Veo ahora tu rostro
entre lágrimas y llantos.
Me pierdo en esos ojos claros
que me convierten en despojos
al saber que te pierdo,
que tus labios se escapan
y que no puedo hacer nada
para arreglar este enredo.
Y me rindo al destino
que ahora te reclama,
que cual consorte te acompaña
hacia el borde del abismo
Miro tu espalda
mientras te alejas
y con una triste mueca
mi último suspiro escapa.
Pues no hay vida en tu ausencia
ni alegría tras tu falta,
pues mi vida no es nada
si le falta tu esencia.
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